Ya se ha dicho en el blog que si yo pudiera pedir un deseo, éste sería poder producir cosas que la gente coleccionase, porque así tendrán un valor artificial que yo podría aprovechar para obtener grandes beneficios. Esta idea es la base de algunas empresas, como Panini, esa que hace cromos que todo niño que se precia habrá coleccionado alguna vez. Pero hay otras empresas que de vez en cuando sacan colecciones a cada cuál más estúpida y cuyo fin no es más que sacar los cuartos a la gente para obtener algo que, en cuanto lo tienes, pierde todo su valor y se pudre en el fondo de un cajón. Lo malo es que hay veces que esas colecciones son de monedas, y hay gente que confunde las colecciones de los kioskos con la numismática.

Tengo un par de ejemplos en mi casa de esas colecciones, que me han llegado al comprar lotes y que no he sido capaz de vender ni por dos euros. Un ejemplo se ve en la siguiente imagen, y es una moneda de la colección «30 ligas 30 monedas», que el diario Marca dedicó al Real Madrid. Cada una de estas moneditas costaban 3,95 euros, así que el coste total de la colección serían 118,5 euros más lo que cuestan los periódicos. ¡Ahí es nada!. Concretamente, la moneda de la imagen parece dedicada a un tal Ramón Grosso, que en paz descanse, y del que nunca había oído hablar hasta ahora.

Más cutre todavía me parece la colección «Historia de la Peseta» que el Correo de Bilbao lanzó cuando se cambió de la peseta al euro. Se tratan de 15 monedas, supuestamente en plata de 1ª ley, que «sólo» costaban 4,95 euros cada una. La imagen de abajo muestra dicha colección. La calidad de la imitación me parece insultante, sería algo así como publicar una imitación de un cuadro de Velázquez hecha con Microsoft Paint. Por otra parte, el deterioro de las piezas es increíble: sólo han pasado ocho años y están todas oxidadas y estropeadas, y eso que no han estado en ningún lugar especialmente húmedo. La última de las imágenes de la entrada muestra la imitación de la peseta de 1869 sin sacar de su envoltorio y una vez sacada y transcurridos ocho años. ¿Y dice usted que eso es plata de primera ley?

La reflexión más importante al respecto es la siguiente: por el precio que cuesta esa colección cualquiera se podría haber hecho con las pesetas originales en calidad sin circular (las posteriores a 1936) y BC/BC+ (las anteriores a 1936). No obstante, como bien dice un amigo mío: cada cual gasta su tiempo y su dinero en lo que le da la gana.

Por cierto, la web numisma.org ha considerado este más al presente blog como la mejor web dedicada a la numismática. Muchas gracias, vuestro reconocimiento me anima a seguir.